Costa Este
La ruta de la costa este de Australia es de las más famosas por sus destacadas islas, su espectacular fondo marino, sus hermosos paisajes salvajes, sus playas paradisíacas y por su cálido clima.
Nuestra intención era ir sin prisa saboreando cada rincón de ese mágico trayecto. Nos encantaba parar, estirar las piernas y disfrutar de ese regalo que teníamos en cada una de las paradas que hacíamos. No nos importaba el tiempo que le dedicábamos ni las veces que parábamos, ya que se convertía en todo un premio para nosotros, nuestra única preocupación era mantener los ojos bien abiertos para inmortalizar todos y cada uno de esos momentos.
Hervey Bay
Una de nuestras siguientes paradas obligatorias y que teníamos apuntada en la lista era Hervey Bay, ¿cuándo? Pues cuando nuestro recorrido nos lo permitiera, ya que no queríamos perdernos nada de esa fascinante aventura por la costa, paramos en cientos de playas, cada una con su propia esencia que la caracterizaba, cada día era un día totalmente diferente y nos acostábamos ensimismados y con sentimiento de estar totalmente completos por lo que estábamos viviendo.
Cada mañana cuando disfrutábamos de nuestros desayunos frente al mar, con el despertar del canto de los pájaros y la calma que transmite ese océano a primera hora de la mañana, mi gran amigo Koldo y yo, nos mirábamos y nos preguntábamos ¿Qué nos encontraremos hoy? Así que impacientes nos preparábamos para ponernos en marcha, ya que sabíamos que difícilmente nada nos acabaría defraudando, sino que sería un día más para descubrir, explorar y enriquecernos con tan imponente aventura.
Hervey Bay, es una bahía ideal para poder avistar ballenas, sobre todo en los meses de invierno (Julio a Noviembre), vienen procedentes de la Antártida a las cálidas aguas de la costa de Queensland, y es en Hervey Bay donde se detienen para reproducirse y alimentar a sus crías.
Fraser Island
Además de poder presenciar a estas gigantescas y preciosas criaturas del fondo del mar, se puede practicar una gran cantidad de deportes acuáticos durante todo el año, ya que son aguas muy seguras. Pero para nosotros, lo que nos llamó más la atención de está parada fue poder visitar la Isla de Fraser, la cual, se accede mediante un ferry desde la bahía de Hervey.
Fraser Island es la isla de arena más grande del mundo con 120 km de largo, es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Antiguamente la isla de Fraser, fue llamada K’gari por los aborígenes que significa “paraíso”, de ahí nuestra gran curiosidad por explorarla.
Para poder acceder a ella e indagar cada uno de sus escondrijos es obligatorio ir en un 4×4, ya que es una isla totalmente virgen, todos sus caminos son de arena y no son de muy fácil conducción, puedes optar por alquilar un todo terreno o ir en un tour donde te lleva a los sitios más espectaculares de la isla, nosotros por no complicarnos demasiado cogimos un tour y acabamos encantados, realmente desde que entras en esa isla te cuesta mantener la boca cerrada, todo era majestuoso y sorprendente, esos caminos estrechos de arena que se empezaban a perder por medio de ese inmenso bosque tropical de palmeras y plantas gigantescas, precioso manto de intensos verdes, los cuales se escondían preciosos animales, era como estar en otro planeta donde nosotros éramos las diminutas criaturas.
Lago McKenzie
Paramos en uno de los lagos más bonitos de agua dulce de la isla, Lago McKenzie, de aguas cristalinas y rodeado de mucha vegetación con una playa de arena blanca, en toda la isla hay más de 100 lagos de agua dulce, aunque muchos de ellos de difícil acceso debido a sus caminos en mal estado.
Uno de los sitios que más me impactó fue la “75 milles beach”, una playa de gran longitud que ocupa casi toda la costa este de la isla, playa ancha infinita de arena dura y totalmente lisa donde en ella circulan vehículos 4×4 y cuando menos te lo esperas sirve de pista de aterrizaje para avionetas que hacen recorridos aéreos para poder contemplar esa maravilla natural desde el aire. Fue poner los pies en ella, descalzarnos y empezar a correr, aún escribiendo estas líneas siento aquella sensación de libertad plena, ¡Extraordinaria!
Maheno Shipwreek
Siguiendo el recorrido en 4×4 por la playa, paramos en uno de los puntos más turísticos de la isla, a los pies de Maheno Shipwreek, un transatlántico perteneciente a la Compañía de Nueva Zelanda que operaba en el Mar de Tasmania , cruzando entre Nueva Zelanda y Australia, desde 1905 hasta 1935. También fue utilizada como barco por las Fuerzas Navales de Nueva Zelanda durante la Primera Guerra Mundial. Fue arrastrada a la costa por un ciclón en la isla Fraser en 1935 y hasta el día de hoy se encuentra su caparazón oxidado y desintegrado en la orilla de esa interminable playa, estructura llena de historias y vivencias ancladas en su forjado metálico.
No muy lejos de allí, fuimos a parar a un riachuelo también muy conocido llamado Eli Creek, estaba lindado por unas pasarelas de madera pudiendo pasear en ellas o por lo contrario hacerlo en él, no cubría demasiado y resultaba mucho más atractivo a parte de refrescarte…
Esta isla no sólo se caracteriza por todo lo mencionado, sino que también son conocidas por sus habitantes de cuatro patas llamados “dingos”, son unos perros salvajes de tamaño mediano que se encuentran en toda Australia excepto en la isla de Tasmania, en Fraser island son muy comunes y no dejan entrar a ningún otro tipo de perro para no poder ser cruzados con otra especie. Los dingos son carnívoros y se alerta a los turistas de alejarse de ellos dando pautas de actuación ante su presencia, pero realmente por suerte, es muy difícil ver uno de ellos ya que suelen alejarse de los turistas.
Gold Coast
Después de nuestra aventura por la salvaje isla de Fraser, pusimos rumbo hacia la costa de Gold Coast, haciendo nuestras paradas de rigor y pasando por la capital de Queensland, Brisbane, una ciudad muy popular donde ofrecen numerosas actividades.
En nuestro visita por Gold Coast, también conocida como “Surfers Paradise” no podíamos irnos sin antes tener entre nuestros brazos unos de los peluches más cariñosos y mimosos de Australia, los famosos koalas.
Currumbin Wildlife sanctuary
En varias ocasiones durante nuestra ruta por la costa, nos comentaron la presencia de koalas entre esa frondosa vegetación, pero hay que tener mucha suerte para poder verlos ya que se suelen ir a sitios lejanos de la gente y poco ruidosos, así que decidimos ir a “Currumbin Wildlife sanctuary”, es un santuario con una multitud de eventos, espectáculos y atracciones donde se pueden encontrar dingos, aves, cocodrilos, demonios de Tasmania, canguros, koalas… todo un jardín zoológico repleto de vida y donde se encuentra una gran cantidad de voluntarios jubilados para ayudar a los turistas a moverse por el parque y a dar de comer a los canguros que se encuentran en libertad por sus amplios jardines.
No podía estar más contenta, me sentía como una niña pequeña visitando por primera vez un zoológico, estaba deseosa de poder tener entre mis brazos a esa bolita peluda de color gris agarradita a mí, y por fin llegó el momento, en mi cara solo estaba dibujada una gran sonrisa y entre mis brazos ese admirable animalito que me agarraba con fuerza con sus uñas y esos ojitos redondos que me miraban con carita de sueño, recién levantado. Son unos dormilones, pasan el día entero agarrados a las ramas de los árboles.
Después de esa tierna experiencia, seguimos con la visita hasta llegar a unos enormes parques donde se veían saltar de un sitio a otro a unos ágiles canguros, no me lo podía creer, tenía la esperanza de poderlos encontrar durante el viaje más adelante, ya que están por todas partes, pero tenerlos allí tan cerca me emocionó, un voluntario del parque me vio tan ilusionada que no paraba de darme comida para que ellos acudieran a mi, y así pasé gran parte del tiempo, rodeada de ellos, una sensación para no olvidar. Me llevé una gran experiencia al haber podido tener un contacto directo con estas criaturas y toda una vivencia inolvidable para cualquier amante de los animales.
Byron Bay
Tocaba seguir haciendo ruta, nos dirigimos a la hippie Byron Bay, situada en el estado de Nueva Gales del Sur.
Byron Bay, considerada como la ciudad más “cool” y bohemia del mundo. La gente que vive allí es muy auténtica, se caracteriza por vivir una vida nómada, despreocupada y con un poderoso sentimiento de libertad, sus playas son famosas para practicar el surf y relajarse frente al mar practicando yoga, teniendo un estilo de vida sencillo y cargado de buenas energías, un lugar perfecto para poder desconectar y conectar contigo mismo, así es Byron Bay, es un lugar mágico que te deja totalmente enamorado.
Sus atardeceres son muy populares, ya que asisten una gran cantidad de personas a contemplar esas tonalidades de colores amarillentos cambiantes, acompañados del sonido de instrumentos musicales de percusión con un fondo que te deja totalmente hipnotizada, todo un mar agitado por sus continuadas y surfeadas olas son la combinación perfecta para ese espectacular acontecimiento.
Pasamos un par de días allí para vivir un poco la esencia de esa encantadora ciudad pero la ruta seguía hasta hacer parada de nuevo en Sídney, el que fue nuestro primer punto de partida.
Nos separaba unos 750 km de una ciudad a otra, así que nos subimos de nuevo a nuestra camper van y a seguir con nuestro itinerario, cada kilómetro diferente al anterior, paisajes tan salvajes, naturaleza tan pura, amaneceres y atardeceres tan inolvidables… todo un viaje que te hace soñar despierta, ¿Soñáis conmigo?