Sobradamente conocida Tailandia por ser un destino de compras, hemos investigado qué mercadillos, centros comerciales y tiendas no debes perderte antes de volver a casa
Cuando hayas visitado los principales atractivos de Tailandia como los monumentos del antiguo Reino de Siam, paseado en elefante por Chiang Rai, atravesado su frondosa selva a lomos de un elefante o probado la carne de cocodrilo o los saltamontes, ya estás preparado para irte de compras. Además de la obvia visita a los mercadillos, en Bangkok y Chiang Mai, principalmente, hay una serie de tiendas de diseñadores de moda locales, joyeros y creadores de muebles que no podemos dejar de pasar. Y más ahora que la UNESCO ha declarado a Chiang Mai Ciudad Creativa, por la capacidad artística de sus diseñadores.
Chiang Mai
No será raro venir al norte de Tailandia y volverte con las maletas repletas de joyas hechas a mano, ropa de diseño, objetos de decoración…Cualquier cosa que te imagines lo hallarás en esta ciudad en la que han florecido en los últimos años nuevos barrios donde se han abierto boutiques y tiendas exclusivas, eso sí, sin dejar de lado, por supuesto, los artículos que elaboran artesanalmente los miembros de las tribus de las colinas. Supachet Bhumakarn y su novia Siriwan Lohacheewa han puesto en marcha en 111 Phra Pok Klao Road un taller, Things Called Art, en el que diseñan magistralmente camisetas, libretas…con la imagen de los afamados elefantes tailandeses. La tienda por excelencia de las joyas es Eranyara (145/2 Thanon Ratchadamnoen). Sus propietarios crean piezas únicas con piedras semipreciosas, madera o vidrio del país. Prendas tejidas a mano se pueden adquirir en Tidta Tidjal (4/3 Nimmanhaeminn Road, Soi 5) y Vinita (Esquina Prapokklao y Ratchadamnoen).
Comida callejera
El gran éxito de los mercadillos callejeros es el ambiente que se respira desde que abren, antes del amanecer, hasta que se cierra, ya entrada bien la noche. Estos puestos callejeros, en los que cualquiera con una moto o un carrito puede preparar comida, ofrecen desde el típico pollo frito en salsa de coco (khao magal), al asado de cerdo con arroz y jenjibre (ped dang) o los dulces con forma de verdura (luk chub). Por eso siempre hay que visitarlos. El mercado nocturno de Patpong, en la capital, es el rey de la noche. En él sabemos que podrás, además de picotear alguna delicia local, escuchar música en directo o darte un masaje. Horas y horas también se pasan los thais en el Mercado de las Flores (Pak Khlong Talat). Es imposible acudir a este recóndito rincón de Bangkok y no probar sus pescaditos fritos. Este tentempié se compra al peso y se puede degustar mientras se pasea por las calles de Chak Phet y las adyacentes con aromas a jazmín. Más variedad encontrarán aquellos viajeros que decidan salir de la ciudad de Bangkok para ir al Mercado Flotante de Damnoen Saduak.
La otra gran ciudad de la moda
Aunque en Bangkok es casi una obligación ir a sus mercadillos a hacerse con un gran botín de ropa de imitación, objetos para la casa o joyas realizadas con piedras locales, ahora es imposible eludir las tiendas o centros comerciales en los que se aglutinan los jóvenes diseñadores. Están, por un lado, las tiendas especializadas en joyas como GEM Production (99 Soi Kasaemsum 3, Rama 1 Rd. Wanggmai), en la que se pueden adquirir las gemas más conocidas de la ciudad, o Lotus Arts de Vivre, situado en la calle Charoen Krung, en el número 30. En estos almacenes se han reunido los creadores Pieter y Stephanie que sacan a la venta, principalmente, mesas elaboradas con pies de bronce y tablones de madera, un pintor de retratos pop, Christian Develter, y un vendedor de antigüedades asiáticas. Y si seguimos rastreando por las calles de la capital tailandesa llegaremos a galerías como Art Republic o La Lanta, donde jóvenes artistas exhiben sus obras a precios razonables. ¿El más valorado? El escultor Thaiwijit Poengkasemsomboon. Desde que saliera de la facultad de Bellas Artes no ha dejado de recibir encargos fuera de Tailandia.
Los que quieran moda tailandesa, como ya han hecho Michelle Obama, Oprah Winfrey o Gwyneth Paltrow, deben decantarse por alguna de las tiendas It´s Happened to be a Closet que hay repartidas por la ciudad. Su ropa, de estilo kitsch, combina a la perfección llamativos colores, accesorios de cuero y bordados. Es el tipo de tienda a la que iría la protagonista de Sexo en Nueva York. Más chic es la ropa que se muestra en Greyhound y en la que tienen cabida todos los jóvenes diseñadores locales. Además en los últimos meses se han puesto de moda los restaurantes de esta cadena. Y con más lazos y sedas es la ropa diseñada por Pim, Kly y Matina, tres hermanas que han abierto la tienda Sretsis.