La carretera Icefields Parkway atraviesa lugares tan espectaculares de las Montañas Rocosas canadienses que hasta la propia autopista se convierte en un monumento para disfrutar.
Canadá esconde muchas bellezas naturales pero los Parques Nacionales de Jasper y Banff, en el corazón de las Rocosas de Canadá, es de lo mejor que podrás encontrarte. Y para ello nada mejor que llenar el depósito de gasolina y recorrer los 232 kilómetros de la Icefields Parkway, la vía que los atraviesa y que es conocida con el apodo de ‘el viaje más espectacular del mundo’.
Eso lo dejamos a tu juicio. Pero seguro que con unas pequeñas pinceladas llegarás a opinar lo mismo. Atraviesa las provincias de Alberta y Columbia británica uniendo las localidades de Lake Louise y Jasper paralelamente a la divisoria continental. ‘La carretera de los campos de hielo’ es como se la conoce, debido a que transita entre los glaciares más alucinantes que puedas conocer, a nada menos que dos mil metros de altura.
Mientras conduzcas sobre su asfalto observarás a varios lados de la carretera una veintena de picos de 3.000 metros de altura, alrededor de 25 glaciares y casi una decena de praderas de hielo. La Highway 93 (nombre oficial aunque poco usado) tiene infinidad de puntos en los que debes pararte y sacar tu cámara de fotos. Fue en esta región donde se rodaron las escenas de la película ‘Brokeback Mountain’, aunque en la cinta se contara que era una remota zona de Wyoming, Estados Unidos.
Una ruta por carretera muy especial ya que, si estás atento, podrás disfrutar de diferentes especies de animales salvajes que viven en la naturaleza colindante. En los parques naturales que atraviesa la Icefields Parkway se pueden encontrar más de 53 especies de mamíferos y más de 260 especies de aves. Algunos de los animales más populares, que todo el mundo desea tener la suerte de ver, son el oso pardo y el oso negro (aunque mejor disfrutar de ellos de lejos), los carneros de las Rocosas, las cabras montesas, los alces, los linces o las marmotas. Los más afortunados de todos podrán incluso ver algún ejemplar de caribú, es decir, de renos, que se encuentran en peligro de extinción y únicamente en la parte del recorrido que pertenece al Jasper National Park.
Por último, antes de aventurarte con el coche entre las montañas más espectaculares de Canadá, ten en cuenta que es preciso disponer de un permiso de parques nacionales para circular por esta autovía. Por ella pasan durante el verano unos cien mil vehículos por mes, pero la climatología obliga a reducir considerablemente esta cifra durante los meses de invierno. Aunque la carretera está abierta todo el año, durante los meses más fríos es obligatorio el uso de cadenas, y algunas zonas pueden ser cerradas durante las nevadas por riesgo de aludes. Además, la velocidad máxima es de 90km/h, aunque se reduce más aún en tramos conflictivos como el Saskatchewan Crossing y en la zona cercana al campo de hielo Columbia y al glaciar Athabasca.
Los parques naturales más bellos del país
El Parque Nacional Jasper (el más septentrional de las Montañas Rocosas) es uno de ellos. Allí se ubica el glaciar Athabasca, dentro del campo de hielo de Columbia. Debido al cambio climático, en los últimos 125 años ha perdido la mitad de su volumen y ha retrocedido algo más de un kilómetro. Esto no le resta majestuosidad ni la gracia de ser el más visitado de toda Norteamérica. Es bueno que contrates un guía experto y que vayas con mucho cuidado, es un glaciar de gran peligrosidad para los turistas inexpertos. El campo de hielo de Columbia, la mayor extensión de hielo por debajo del Círculo Polar Ártico, tiene una acumulación de escarcha de más de trescientos kilómetros cuadrados de superficie, y entre 100 y 400 metros de espesor. Además del de Athabasca, allí se encuentran los glaciares de Castleguard, Columbia, Dome y Stutfield.
El otro parque nacional que cruzarás en tu recorrido por Icefields Parkway es el de Banff, el más antiguo de Canadá. Entre sus muchos portentos destaca El Lago Peyto de 1.800 metros sobre el nivel del mar, casi tres kilómetros de largo por 800 metros de ancho. Es de un azul impresionante casi sacado de una paleta de colores. Puedes observarlo tranquilamente desde un mirador situado en la propia carretera y te aseguramos que te costará trabajo volver a tu todoterreno para continuar con la ruta.
Tienes otros lagos glaciares para seguir alegrando la vista, como el Bow y el Louise.
No son pocas las atracciones que se encuentran en los relativamente pocos kilómetros que tiene la autovía. Así que tómate tu tiempo y prepárate para disfrutar a lo grande porque aquí no importa dónde llegues, sino el camino. Y si no tienes ganas de conducir y solamente quieres admirar el paisaje, en la página web de Icefields Parkway ofertan multitud de tours organizados para que no tengas que preocuparte por nada. Además de otro tipo de actividades, como visitar la zona desde el aire en un recorrido en helicóptero.