Rutas y escapadas por España para adentrarse en el invierno
Durante el invierno, las ciudades y los pueblos se tiñen de un color especial. En España, se pueden encontrar maravillosos lugares a los que esta época del año les otorga un encanto inigualable y los convierte en destinos dignos de ser visitados. A continuación, presentamos algunas de las mejores rutas y escapadas por España.
Aínsa (Huesca)
Sin duda, una de las ciudades con mayor patrimonio histórico de todo el territorio español. Situado entre los ríos Cinca y Ara, dentro del Pirineo Aragonés, se encuentra este mágico enclave. En su importante casco histórico, declarado recientemente como Conjunto Histórico-Artístico, se puede disfrutar del arte, la cultura y la arquitectura de varios siglos atrás y de monumentos como la Colegiata, la iglesia románica de Santa María, el Castillo de Aínsa o la Ciudadela, entre otros.
A través de sus calles y casas, el ambiente te adentrará en la Edad Media. Aínsa combina un paraje natural sin igual, con una historia, arte y gastronomía excelentes, lo que la convierten en un destino perfecto para ser visitado en los meses de invierno. Además, debido al gran número de turistas que recibe cada año, es habitual que en sus calles se celebren espectáculos y actividades que recuerdan las tradiciones y costumbres medievales de la vida aragonesa.
Baqueira Beret (Pirineo Catalán)
Si te decides por una escapada a la nieve, la estación de esquí de Baqueira Beret, situada en el Valle de Arán, será una muy buena elección. Esta estación de esquí, frecuentada cada invierno por personalidades y famosos de todo el mundo, destaca por ser la que mayor extensión de terreno esquiable presenta de toda España, con 1922 hectáreas.
Sus 78 pistas balizadas con diferentes niveles de dificultad, su circuito de esquí nórdico o su prestigiosa escuela de formación harán las delicias de los esquiadores más exigentes. Además, será una buena toma de contacto para aquellos que se están iniciando en el mundo de este bonito deporte.
Además de practicar deportes de nieve, también podrás hacer turismo por el Valle de Arán (Lleida), un maravilloso territorio rodeado de picos montañosos de más de 3.000 metros, perfecto para realizar rutas y excursiones. También, para descubrir el arte del Románico de Arán, su casco histórico repleto de iglesias centenarias y monumentos que nos dejarán boquiabiertos.
Combarro (Pontevedra)
Viajar en invierno es una muy buena opción, y si además se elige como destino un pueblo como Combarro, situado en la provincia de Pontevedra (Galicia), aún más. Este encantador pueblo de tradición marinera deja ver en sus calles restos de su pasado. Hórreos delimitando su costa, casas centenarias al borde del mar o la gran cantidad de cruceiros que se pueden ver a lo largo de su territorio son algunos de los atractivos que convierten a este pequeño pueblo en un destino digno de ser visitado.
Entre los planes de invierno más interesantes para realizar en Combarro está disfrutar de su encanto y de sus intensas nevadas, así como explorar el pueblo a pie, hasta llegar al mar y contemplar la fantástica panorámica que se vislumbra de las Rías Baixas.
Formigal (Huesca)
Presidiendo el Valle de Tena se encuentra la estación de esquí de Formigal, dentro del Pirineo Aragonés. Catalogada con el Certificado de Calidad Turística Española Q, en ella se puede disfrutar de 137 kilómetros de pista para esquí alpino, distribuidos sobre 97 pistas de diferente dificultad, dos pistas de esquí de fondo, tres pistas de sky cross o una pista de hielo para circuito de karts, entre otras.
Estas completas instalaciones acogen cada año a esquiadores de todos los niveles, debido a la amplia oferta de pistas y dificultades que ofrece. Si te hospedas en alguno de los hoteles en la nieve que se pueden encontrar en sus instalaciones e inmediaciones, podrás visitar Sallent de Gállego, un pueblo de montaña que parece sacado de una película.
Sus casonas de paredes de piedra y tejados de pizarra le dan un aspecto invernal muy atractivo para los turistas. Además, por su cercanía con la frontera francesa, podrás visitar el Parque Nacional de los Pirineos Franceses en el Valle d’Ossau, a tan solo unos pocos kilómetros.
Pals (Girona)
Si quieres saber cómo era un pueblo en la época medieval, solo tienes que visitar Pals, en Girona. Este pequeño pueblo, situado al norte de la provincia catalana, conserva fantásticamente todas las fachadas de sus casas y monumentos históricos. Sus calles empedradas en buen estado hacen que sea un reducto de la pasada Edad Media.
Como no podía ser de otra manera, la leyenda cuenta que en sus calles se libraron algunas de las más importantes batallas entre caballeros, ante un decorado de arcos y torres románicas que aún se pueden disfrutar. En la actualidad, podrás visitar su barrio gótico, en el que se puede descubrir la gastronomía catalana en alguno de sus tradicionales restaurantes.
Entre sus platos más típicos encontramos las esqueixadas (ensalada de bacalao) o los guisos de mariscos. Además, está bañado por el mar Mediterráneo, lo que le da un aspecto de pueblo costero que combina a la perfección con sus rasgos medievales, convirtiéndose en un territorio sin igual.
Sierra Nevada (Granada)
Siendo la sede de los últimos Campeonatos del Mundo FIS de Freestyle y Snowboard, la Estación de Esquí y Montaña de Sierra Nevada presenta unas características que la convierten en la estación más concurrida de toda España. Con 3.282 metros, es la más alta de la Península, además de la más meridional de Europa.
En cuanto a sus características técnicas, se trata de una estación con 32 remontes, un circuito de cinco kilómetros para disfrutar del esquí de fondo, 119 pistas balizadas, e incluso una guardería de niños, para que puedas disfrutar de la nieve sin tener que preocuparte de nada más.
La estación se encuentra dentro del Parque Natural de Sierra Nevada, declarado recientemente Reserva de la Biosfera por la Unesco. Por su cercanía a la maravillosa ciudad de Granada, la visita a su casco histórico será inexcusable, para descubrir los bonitos monumentos de la Alhambra, el Generalife o los barrios del Albaicín y Sacromonte.
El encanto del invierno lo podrás descubrir en alguno de estos fantásticos lugares, a través de sus paisajes, historias, o realizando alguno de los deportes de nieve que más te gusten.