‘Todo lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas’
LAS VEGAS
El nombre de ‘Las Vegas’ lo acuñó el viajero español Antonio Armijo hace casi 200 años por los grandes manantiales y zonas verdes que se extendían en el desierto de Nevada. No podría imaginarse que un siglo después se convertiría en el lugar del mundo más famoso por alimentar los placeres prohibidos.
Las Vegas representaba un paraíso construido para el juego, el ocio en forma de espectáculo, la nightlife al alcance de los más privilegiados, macrohoteles de lujo, el destierro de estrellas de Hollywood, bodas exprés, glamurosos casinos, atracciones de feria 24/7, centros comerciales tamaño XXL y luces rotas de neón. Este fue nuestro paso por las miles de ofertas que propone la ciudad del pecado.
Teníamos tres días por delante y muchas cosas por hacer- ver y disfrutar. Este es el TOP 10 de actividades que hicimos nosotros y considero imprescindibles:
-
- VE DE HOTELAZOS
Uno de los principales reclamos de Las Vegas son sus hoteles, la seña de identidad más reconocible de la ciudad. Luxor, Bellagio, Venetian, Caesar Palace, Excalibur… enormes parques temáticos que abren sus puertas para invitar a todos los visitantes a disfrutar de sus cientos de servicios y atracciones en el interior.
Llegamos desde Death Valley con nuestro Chevrolet Camaro lleno de polvo, barro y tierra, lo que contrastaba con la gran cantidad de coches de lujo que pasaban a nuestro lado, impolutos. Había una gran oferta de hospedajes, cada uno ofrecía un espectáculo propio, y elegimos el MGM (el hotel más grande de Las Vegas, cuya función principal era la magia de David Coperfield) y descubrimos que CASI NINGÚN HOTEL TIENE PARKING GRATUITO.
Llegamos al aparcamiento privado, cogimos las mochilas y nos subimos a nuestra habitación. 35º piso, con una pared completamente de cristal y vistas a la arteria principal de Las Vegas, sobrevolado por helicópteros de recreo cada cinco minutos que pasaban a escasos metros de nuestra habitación, (insonorizada y con efecto espejo desde el exterior).
El MGM era una gran mole de diseño, lujo, restaurantes, piscinas infinitas y vida durante 24 horas con una red interminable de pasadizos en el subsuelo.
- CONOCE LA STRIP AVENUE
Era la arteria principal de Las Vegas. Medía poco más de 5 kilómetros, comprendía entre el cartel de ‘Welcome to Fabulous Las Vegas’ hasta la torre Stratosphere.
El MGM estaba muy bien situado y tardamos cinco minutos a pie en aparecer en el epicentro de la Strip. Ya era de noche y millones de colores chillaban por llamar nuestra atención desde carteles, atracciones y pantallas enormes de publicidad. La música discotequera era apabullante y salía desde todos los rincones, mezclándose con los gritos de la gente montada en una montaña rusa que rodeaba a una Estatua de la Libertad falsa. Fuegos artificiales en el fondo y enormes focos de luz arañaban el cielo e indicaban de dónde emanaba la constante fiesta.
- VIVE SUS ESPECTÁCULOS
¿Quieres ver el combate de boxeo del siglo? ¿La mejor puesta en escena de Cirque du Soleil? ¿Disfrutar de la voz de Celine Dion o sorprenderte con el eterno David Copperfield? Había decenas de performances para vivir el verdadero espíritu de Las Vegas, y uno de los más famosos (y gratuitos) era el baile de luz y sonido de las fuentes del Bellagio.
Ya que estábamos instalados en el MGM, nos decantamos por ver la magia de Copperfield. Los espectáculos en Las Vegas suelen ser bastante caros, pero siempre puedes encontrar soluciones para abaratar su coste. Nos dimos de alta como usuarios del casino del hotel y disfrutamos de un pequeño descuento. Es difícil entrar a uno de estos eventos por menos de 100€.
Estaba especialmente ilusionado por ver a David y sus trucos, y tengo que decir que tras dos horas de show, salí bastante sorprendido. Hay momentos cumbre que te dejarán con la boca abierta. Por algo consigue siempre llenar el anfiteatro dos veces al día con su espectáculo. No quiero hacerte spoilers, pero si vas a ver al ex de Claudia Schiffer, hazlo con la ilusión de un niño.
- MUCHO MÁS QUE UN CARTEL
Al día siguiente teníamos varios puntos por visitar, y uno de ellos era uno de los carteles más famosos de Estados Unidos, la señal de Welcome to Fabulous Las Vegas.
Cogimos el coche y fuimos hasta el extremo sur de la Strip. El lugar se ve desde la carretera y hay un aparcamiento gratuito para dejar el coche. Allí, decenas de personas esperaban su turno para hacerse la fotografía con el cartel de fondo. Mientras, un hombre amenizaba la mañana con un micrófono y un altavoz en la mochila donde explicaba los orígenes de Las Vegas y te ayudaba a buscar el mejor ángulo para la instantánea. Nosotros preferimos tirar la foto desde un lateral y seguir nuestra ruta.
- SUBE AL MEJOR MIRADOR DE LAS VEGAS
Alejado del centro neurálgico, está la torre más alta de la ciudad. En el hotel Stratosphere se levanta un mástil de 350 metros donde se puede ver en 360º todo el entorno a tus pies.
Pudimos contemplar el desierto que rodeaba a los mastodontes de acero y de cristal a la altura del vuelo de un avión.
Dentro del Stratosphere había un restaurante y zona de copas, que cerraba de madrugada. Apuesto a que las vistas cambian mucho cuando cae el sol.
Además, en lo alto de la torre tenían instaladas varias atracciones que no nos pudimos perder. ¿Mi favorita? La lanzadera que te lleva hasta el cielo, y luego te deja caer al vacío (no apta para quien tiene miedo a las alturas).
- VETE DE ‘SHOPPING’
No te será difícil encontrar centros comerciales temáticos de auténtico lujo, pero habíamos oído hablar de los outlets famosos de Las Vegas. Había tres, Fashion Primm y Las Vegas Premium (norte y sur). Nos subimos de nuevo al Camaro y fuimos al Fashion Primm. Realmente, no era muy diferente de los outlets que hay en España. Notarás la diferencia de precio sobre todo en marcas ‘Made in USA’.
- COME BIEN
Desde comida callejera, hasta los restaurantes más caros de EEUU. En Las Vegas puedes adaptar tus necesidades a todos los bolsillos, en los hoteles encontrarás buffets que te saciarán de comida rápida por un puñado de dólares.
Nosotros almorzamos el primer día en la piscina del MGM, excesivamente caro. Después probamos las hamburguesas de la cadena norteamericana In-N-Out, nos aventuramos con los perritos calientes en la Strip Avenue y nos dimos un homenaje cenando en el restaurante italiano a los pies de la Torre Eiffel por unos 50 €, sin duda, lo mejor en cuanto a calidad-precio que encontramos.
- ¡CÁSATE!
Las Vegas es el TOP ONE de enlaces matrimoniales al año, con más de 100.000 ceremonias anuales. Bodas reales, de atrezzo, temáticas o simbólicas. Es fácil acercarte a cualquiera de las iglesias que rodean la arteria principal de la ciudad para salir con un anillo de compromiso en la mano.
- TODO AL ROJO
No puedes ir a Las Vegas y no probar suerte. La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, los canales de Venecia, la Fontana di Trevi, el Coliseo romano o hasta las Pirámides de Giza se disfrazaban de edificios de lujo con casinos albergados en sus entrañas donde disfrutar de una noche jugando sin mirar el reloj (no hay ninguno en las salas de juego), ni los dólares que gastábamos. Mientras, las camareras nos incitaban a beber alcohol a cambio de un dollar como propina.
Cambiamos 50 € por fichas (necesitas ser mayor de 21 años), y después de recuperar en la ruleta lo que habíamos gastado en las máquinas tragaperras, nos fuimos sabiendo que ‘siempre gana la banca’.
- DEJA LO MEJOR PARA EL FINAL: EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO
Ya habíamos tenido suficiente sofisticación, asfalto, colas, restaurantes y hoteles de diseño en nuestro viaje. Queríamos imprimir en el viaje nuestro sello Aventuhero.
No muy lejos de allí se encontraba el cañón más famoso del mundo, una garganta que atravesaba casi 500 kilómetros del suelo de Arizona. El río del Colorado surcaba su cauce a casi 1.000 metros de profundidad. El desfiladero serpenteaba por la piel del oeste del país y era uno de los emblemas naturales de América del Norte.
Una vez más, la huella española escribió parte de la historia de este mítico lugar. Hace casi 500 años, una expedición encabezada por García López de Cárdenas siguió las indicaciones de los indios Hopi y descubrió el Gran Cañón, lo que le convirtió en el primer europeo en contemplar esta increíble maravilla con sus propios ojos.
Ana y yo también queríamos sentir la inmensidad de esta garganta mítica en primera persona. Arrancamos el Chevi y pusimos rumbo al Cañón del Colorado. ¿Vienes con nosotros?
Hay varias zonas desde las que puedes visitar el desfiladero. Gracias a la tarjeta de entrada a todos los Parques Nacionales que ya portábamos, accedimos a través del llamado South Rim. Había varias paradas con zonas para poder dejar el coche y contemplar las vistas, y no quisimos perdernos ninguna.
Desde templos de los indios autóctonos que utilizaban para hacer ofrendas y rendir culto a las fuerzas de la naturaleza, hasta precipicios que te dejaban sin aliento. Esto fue, en un puñado de imágenes, lo que nos encontramos en una visita que nunca olvidaremos.
Seguimos nuestra ruta por el North Rim, una nueva manera de contemplar la cordillera que rompe el desierto a golpe de grietas infinitas en la roca caliza que conformaba el paisaje. Ningún balcón al abismo del Colorado es igual, ningún paso que des al borde de sus precipicios puede ser en falso.
Queríamos contemplar la escena desde todos los ángulos posibles y no queríamos perdernos la experiencia de verlo a vista de pájaro. Contratamos la excursión en helicóptero y disfrutamos como enanos de una experiencia BRUTAL.
Estuvimos media hora surcando los cielos y acercándonos a pocos metros de los cortes de piedra caliza mientras las hélices nos suspendían en el aire, contemplando cómo el paso de los milenios habían conformado un paisaje único y tan envolvente que hipnotizaba.
Hay cosas que sólo se pueden disfrutar en todo su esplendor si es volando.
Volvimos a poner los pies en el suelo y quisimos saborear un atardecer inolvidable.
Hay varios puntos que te recomendarán para ver la mejor puesta en escena de cómo el sol pinta de rojo la roca al despedirse tras el horizonte. Yo te aseguro que escojas cual escojas, vas a vivir un anochecer inigualable.
Grand Canyon, Cañón del Colorado o como tú lo quieras llamar. Es uno de esos lugares que te roban el alma, cuya inmensidad natural consigue conectar con tu ‘yo’ más primitivo y te devuelve a tu lado más salvaje.
Aún teníamos muchas cosas que descubrir en nuestro ‘Road Trip’ a través de la ‘Costa Oeste’ de USA. En el próximo post, sígueme en mi ruta a través de Bryce Canyon, la Herradura, Antelope Canyon y Monument Valley.
#ILoveFlyingKLM #ViajesCRFyAventuheroEEUU #Aventuhero