El guacamole es una salsa de aguacate, de muy fácil preparación, que suele comerse como aperitivo o formando parte de cualquier guarnición del plato principal.
Ingredientes para 4 personas:
Para el guacamole
- 3 aguacates maduros
- 1/2 chile serrano o en su defecto 1/2 pimiento verde
- 1 manojo de cilantro
- 1 cebolleta
- zumo de lima
Opcionalmente
- 1 chile jalapeño o una guindilla
- 1 tomate
- Unas gotas de tabasco
- 1 diente de ajo
Para servir
- Unos totopos o triángulos de maíz
Preparación del plato:
1. Consigue un molcajete o mortero de piedra para triturar con él los distintos ingredientes y obtener una pasta más o menos irregular. También se puede preparar en casa el guacamole con un mortero clásico o un tenedor y una batidora, aunque, en este caso, la textura queda demasiado uniforme y cremosa, perfecta para rellenos o para untar.
2. Lo primero que hay que hacer es picar en trocitos muy finitos la cebolleta y el pimiento verde, así como el manojo de cilantro.
3. A continuación, debemos sacar la carne del aguacate y la cortamos en láminas o cuadrados, y la vamos mezclando con el resto de los ingredientes con ayuda del mortero.
4. Añadimos un chorreón de zumo de lima sobre la mezcla mientras lo trabajamos.
5. Probamos y rectificamos de sal y si queremos, añadimos el tomate o la guindilla, mezclándolos con la pasta de guacamole ya acabada con movimientos envolventes con un tenedor, para no variar la texturade nuestra salsa.
Los otros platos tradicionales mexicanos
La gastronomía mexicana es rica, elaborada y cargada de sabores. Es, además, el resultado de un extraño mestizaje, que tiene sus ingredientes básicos en el maíz, adorado por los indígenas, el chile guindillas, con más de 100 variedades y que dignifica los sabores y los frijoles o judías pintas, ingredientes que encontrará en diferentes formas en todas las comidas que realice.
Dada la gran extensión de México y la gran variedad de zonas climáticas, la comida mexicana está muy regionalizada, por lo que el tipo de comida que se puede conseguir varía enormemente de una región a otra. Lo que puede ser degustado en las costas es posible que no lo encuentre tierra adentro. Es aquí donde radica la fascinación de la comida mexicana. Le invitamos a que descubra este sorprendente universo, enriquecido durante los últimos 500 años y le recomendamos que lo haga sin reparos.
Eso sí, no puede abandonar México sin haber probado el verdadero pollo con mole poblano, el plato por excelencia de la cocina mexicana. La receta fue inventada por la monja de un convento, que en su afán de impresionar al obispo mezcló más de 30 ingredientes, dando por resultado tan deliciosa salsa. Su preparación es muy lenta y laboriosa ya que tiene diversas fases en donde se van mezclando chile, chocolate, cacahuetes, tomates, almendras, pasas, ajos, pimienta, canela, pan, plátano, etc. Todo se fríe en momentos diferentes y se muele hasta formar la pasta.
Las tortillas, cuyo principal ingrediente es la harina de maíz, han acompañado las comidas de la zona desde tiempos inmemoriales y siguen haciéndolo pues suelen funcionar como el pan en España. Para prepararla se muele el maíz y se mezcla la harina resultante con agua para formar una masa que se pasa por el «metate» para obtener la forma plana y fina apropiada. Después se cocina en el «comal» una plancha caliente. Otra de las formas de prepararlas es friéndola, entonces se convierte en una masa crujiente y se la llama tostada.
Los tacos son tortillas enrolladas en sí mismas rellenas de carne, pollo, frijoles, etc.. Si estos tacos se rellenan de jamón o verduras se llaman burritos y si están cubiertos con salsa picante de tomate adquieren el nombre de enchiladas. Los tacos son uno de los platos más tradicionales y más económicos, disponibles prácticamente en cualquier sitio. Las quesadillas son las tortillas rellenas de queso. Las tortillas y los nachos suelen ir acompañados de salsa de guacamole o la «salsa mexicana» que lleva tomate, cebolla, chiles y cilantro.
Los frijoles son la legumbre básica de la zona, una especie de judía negra que se come sola o como acompañamiento de otros platos, por ejemplo, el frijol con puerco, en los huevos «motuleños» que se toman para desayunar, en puré, etc.
El chile, que pertenece a la familia del pimiento, no es un solo tipo sino muchos. Van desde los que no son en absoluto picantes, hasta el habanero que es quizás el más fuerte. Los chiles se utilizan para cocinar multitud de platos o preparados como ingrediente principal. Siempre conviene preguntar si el plato es picante o no, sobre todo si no se está muy acostumbrado.