Viajar sin más compañía que uno mismo ya no es ningún tabú. Te mostramos los mejores lugares para descubrir en solitario. Tú marcas el ritmo, no hay nadie que se oponga.
Un viaje se convierte automáticamente en una aventura cuando se reduce el número a uno. Con los destinos que te proponemos no te hará falta contar con nadie en tus próximas vacaciones, ni siquiera para hacerte un ‘selfie’.
Camino de Santiago… se hace al andar
Con la primavera se abre la temporada de buen tiempo para realizar esta famosa ruta del apóstol. Aunque es una camino cargado de promesas y ganas de encontrarse con uno mismo (de ahí lo oportuno de hacerlo solo), es casi inevitable que termines entablando conversación, y quién sabe si una amistad, con los otros peregrinos. Si no te atreves a emprender tu viaje sin más compañía que la de tu mochila, siempre puedes apuntarte a un tour organizado que muchas empresas promueven (una de ellas es Camino de Santiago Reservas) y con las que te aseguras tanto el alojamiento como un coche de apoyo si lo necesitaras. Y como preparatoria de lo que te espera puedes ver ‘Al final del camino’, una comedia de Fernando Tejero y Malena Alterio sobre la famosa ruta del apóstol. Y en un tono más dramático de introspección personal, ‘The Way’, de Martin Sheen y Emilio Estévez, un filme que gustó tanto al obispo de Santiago que hasta permitió que se rodara en el interior de la basílica.
Sofía, empápate de la historia de Europa
Es posible que Bulgaria no esté entre tus destinos top europeos, y sin embargo, su capital, Sofía, tiene mucho que enseñarte: edificios neoclásicos como el Teatro Nacional Ivan Vazov, templos ortodoxos como la imponente Catedral de Alejandro Nevski y cristianos como la Iglesia de San Jorge del siglo IV. Una manera de conocer todo es apuntándote a ‘Free Sofia Tour’, una organización sin ánimo de lucro donde profesores de arte e historia hacen de guías para grupos improvisados. Sólo tienes que acudir (sin necesidad reserva previa) al Palacio de Justicia, a las 11:00 o a las 18:00, cualquier día de la semana. Es gratis y el plan perfecto para quienes viajen solos.
Descubrirás detalles como en qué lugar estuvieron colocadas estatuas de Lenin en el pasado comunista o que los adoquines amarillos del centro histórico fueron un regalo del zar Nicolás II al rey Fernando I con motivo del nacimiento de su hijo Boris. Una vez pasadas las dos horas que dura el tour, es hora de degustar su gastronomía, especialmente el yogur búlgaro, similar al griego pero diferente a todos los que hayas probado.
India, destino inspirador
Para viajar a este exótico país hazlo en tu versión más mochilera y ‘open mind’, evitando comparaciones con tu país occidental. Caminando por las calles de Nueva Delhi verás monumentos como la Tumba de Humayun y el complejo de Qutb con su enorme minarete de ladrillo, o el modernista Templo de Loto (que recuerda a la Ópera de Sídney), conviviendo en una gran avenida con ruidoso tráfico y vacas sagradas. La actriz Julia Roberts asumió como suyas las costumbres hindúes durante el rodaje de ‘Come, reza, ama’, tanto que llegó a rebautizar allí a sus hijos. Esa es la actitud con la que debes viajar y más en solitario. Acércate también a Agra a conocer el Taj Mahal, y a Jaipur, la ciudad rosa. Lo mejor es que lo hagas en tren (Indian Railways), uno de los mejores medios de transporte para desplazarte por el país.
Dublín, el preferido de los ‘singles’
Si eres soltero y quieres dejar de serlo, tu destino es Dublín. La capital irlandesa se ha convertido en el mejor lugar para los ‘singles’ europeos. Una de las razones de su elección es que se habla un idioma conocido con el que te puedes comunicar con todo el mundo por muy básico que sea tu inglés. Es una ciudad económica y que se ve en pocos días de forma accesible: el Castillo de Dublín, el museo de James Joyce, la Catedral de San Patricio… Y si se te queda corta, siempre puedes tomar un transporte público y seguir conociendo los alrededores de la tierra de Óscar Wilde y U2. Incluso acudir a un pub te resultará sencillo en Dublín, por la amabilidad de su gente. En lugares tan míticos como el barrio Temple Bar (y su cervecería homónima) rápidamente encontrarás alguien con quien entablar conversación mientras tomas una buena pinta.