¿Dónde sino junto al mar podía estar la casa de Popeye, el marino? Nosotros te invitamos a descubrirla, quizás él te ofrezca unas nutritivas espinacas.
Seamos sinceros, si hay alguien que ha conseguido durante años que los niños coman esta insípida verdura es él: Popeye, la media naranja de Olivia. Un personaje que da nombre a multitud de tiras cómicas y series de dibujos y que, cuando necesita aumentar su fuerza, consume una lata de espinacas. Reconozcámoslo, ¿qué padre no ha utilizado a este personaje como reclamo para animar a los más pequeños a comer espinacas? Un personaje tan famoso que, aunque parezca imposible, consiguió ganar en popularidad a Mickey Mouse en Estados Unidos.
Así que cuanto menos, se merece un homenaje y una estupenda manera de rendírselo puede ser visitar su pueblo, Popeye Village, situado en Malta. El pueblo, también conocido como Sweethaven Village, es toda una atracción turística que nos permitirá vivir un viaje de película, en concreto la protagonizada por Robbin Williams y Shelley Duvall en el año 1980. Se estima que se emplearon ocho toneladas de clavos para construirlo y comenzó siendo el plató cinematográfico del musical ‘Popeye’. El pequeño rincón de casitas de colores de Anchor Bay, construido en principio solamente para el rodaje, quedó tan auténtico que llegaron a la conclusión de que derribarlo sería un crimen. Por eso, decidieron conservarlo y en la actualidad abre sus puertas a las familias que quieran meterse en la piel de los personajes y disfrutar durante unas horas de una aventura de cuento.
Se ha convertido, hoy día, en una de las principales atracciones turísticas de Malta. Se encuentra localizado al noroeste de la isla, cerca de la ciudad de Mellieha. Se puede llegar en autobús desde diferentes puntos de la isla, pero lo más recomendable es hacerlo en coche. Utilizar un coche de alquiler durante tu estancia es la mejor forma de recorrer la isla y aprovechar el tiempo, sobre todo si viajas con niños.
Explorando el pueblo
Lo primero que llama la atención de Popeye Village es la abundancia de madera. La aldea está formada por 19 edificios de madera construidos en 1979. Los troncos de los árboles con los que se construyeron las casitas fueron importados de Holanda, ya que en Malta no hay bosques, y las tejas que se emplearon en la construcción de los tejados son originarias de Canadá. Y para protegerlo todo, Paramount Pictures y Walt Disney Productions construyeron un enorme rompeolas porque su cercanía al mar podría haber causado algún desastre.
Por suerte no fue así y ahora se nos plantea como un pueblo artificial repleto de atracciones imperdibles que amenizan los bailes y actuaciones de los personajes de la historia, como el propio Popeye, Olivia o Brutus, a los que podrás encontrar caminando por el parque. Además, es posible visitar la cabaña de Popeye o disfrutar en la escuela náutica, donde los instructores enseñan a los más pequeños a hacer nudos marinos. El pueblo cuenta con una oficina de correos, una panadería, un museo con más de 200 cómics, una bodega, una tienda de souvenirs y un restaurante donde tomar la auténtica comida de Popeye: macarrones con espinacas.
Y como actividades, una amplia colección, desde un simple pero entretenido paseo por el pueblo, una excursión en barco por la bahía, apuntarse a un taller de pintura facial, mini-golf, espectáculos con marionetas, talleres de globos, demostraciones de fabricantes de vidrio soplado e, incluso, una degustación de vinos gratuita para adultos. Además, en función de la temporada (permanece abierto durante todo el año) se ofertan otro tipo de actividades, por ejemplo, las piscinas, los paseos en barco o los trampolines tienen mucho éxito en verano, mientras que en Navidad los desfiles y el pueblo de Santa Claus atraen a turistas de todo el mundo.
La visita es una excelente oportunidad para admirar un lugar de gran belleza en la isla y uno de los mejores puntos para hacer buceo. No encontrarás mejores condiciones que las de las aguas cristalinas de Anchor Bay.
Protagoniza la historia de tu vida
Si algo causa furor por encima de todo en Popeye Village es la posibilidad de que tú y tu familia os convirtáis en actores por un día. Así pues, que no os extrañe que os disfracen para la ocasión en el set de rodaje y os veáis interactuando con Popeye, Brutus y Olivia, y unos minutos después se proyecte el resultado en una gran pantalla en la sala de cómics. Y si un simple pase os sabe a poco, siempre podéis llevaros a casa el DVD y disfrutarlo con palomitas (o espinacas).
Una experiencia inolvidable para los pequeños, y los no tan pequeños, de la familia. El ambiente rústico y de cuento hará que te vuelva a sentir como un niño mientras exploras cada rincón del pueblo y disfrutas interactuando con los personajes. Una visita especial a un parque de diversión diferente, que te permitirá pasar un buen rato en familia mientras dejar volar tu imaginación.
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