Ni la paga semanal ni caprichos materiales: el mejor regalo que los abuelos pueden hacer a sus nietos es pasar más tiempo junto a ellos.
Y viajando es una estupenda manera de hacerlo, así que te damos algunas ideas para que disfrutéis juntos de una fantástica escapada intergeneracional. Y es que está claro: que los abuelos recojan a sus nietos del colegio y les preparen la comida de lunes a viernes está muy bien, incluso puede ser una necesidad para muchas familias. Pero estos cuidadores impagables (porque además lo hacen por amor al arte, o a los niños en su caso) también se merecen algún momento de esparcimiento y diversión junto a los más pequeños, bien alejados de las obligaciones del día a día. La mejor manera de que nietos y abuelos disfruten de actividades juntos es programando unas vacaciones pensadas única y exclusivamente para ellos. Un turismo intergeneracional que permita que los niños se beneficien de la sabiduría e infinita paciencia de los mayores, y estos a su vez gocen de unos preciados instantes de evasión que les acercarán a sus nietos de una manera totalmente nueva.
Así que una vez tomada la decisión, llega la pregunta del millón: ¿dónde? Pues déjanos decirte que las opciones son de lo más variadas. Una solución ideal es aquella que permite a los niños aprender y divertirse al mismo tiempo y en ese sentido, las casas de agroturismo se llevan la palma. Al estar situadas en el ámbito rural, los más pequeños pueden aproximarse a los modos tradicionales de vida y cultura al tiempo que conocen a los animales o descubren las tareas de explotación agraria y los encantos de una vida bien lejos del caos de la ciudad. Precisamente con este objetivo Alicia y Luismi abren las puertas de su acogedora casa Agroturismo Mari Cruz e invitan a ella a todo aquel que quiera compartir con ellos su modo de vida. Disponen de tres alojamientos rurales situados en Villanueva de Arce, un pequeño pueblo del pirineo de Navarra, que se enmarcan en un entorno idílico de bosques de hayas y robles. Su reto es que os sintáis como en vuestra propia casa, y el vuestro será disfrutar del contacto con el mundo rural y ecológico. Para conseguirlo, Alicia y Luismi os invitan a cuidar con ellos su granja y su huerta. Todos los días a las diez de la mañana visitan a sus animales y les dan de comer, una actividad a la que se pueden sumar los huéspedes de la casa con total libertad: niños, mayores… todos son bienvenidos cuando se trata de conectar con el medio rural. Además podéis ayudar limpiando y arreglando los cercados. Hay gallinas, conejos, burras (que prestan a las familias para hacer excursiones por la zona), cabras, ovejas y palomas mensajeras que reciben un entrenamiento diario para desarrollar sus habilidades, donde por cierto, también os recibirán con las puertas abiertas. Podéis ayudarles a cuidar su huerta ecológica y recoger con ellos los alimentos que más tarde cocinaréis. Será divertido, y es que todas las tareas vienen acompañadas de explicaciones teóricas contadas de manera amena para entretener a los niños.
Otro lugar ideal para descubrir experiencias que estrechen (más si cabe) los lazos entre las distintas generaciones es la granja-escuela Fuente Alberche, en San Martín de la Vega del Alberche (Ávila), muy cerca del Parque Regional de Gredos. Partiendo de la premisa de que el ser humano necesita cambiar su relación con la naturaleza, aquí apuestan por la idea de acercar a los más jóvenes a un mundo que quizás les resulte desconocido, siempre desde un respeto máximo al planeta y una absoluta conexión con el entorno. En este espacio, los niños y los mayores pueden conocer, cuidar y alimentar a los animales, plantar semillas, recolectar la cosecha, realizar excursiones o participar en talleres (pintura, arcilla, pan y postres…). Una experiencia de convivencia mientras se potencia el trabajo en equipo, respeto a la naturaleza y amor por los animales, y una manera de que los abuelos consigan transmitir a sus nietos de manera práctica cómo fue su infancia, tan diferente a los tiempos actuales.
Pero si prefieres una estancia más corta también hemos pensado varios planes que se pueden hacer en un día. En San Martín de Valdeiglesias (Madrid) se encuentra el Bosque Encantado, un jardín botánico único en Europa por las más de trescientas esculturas vivientes con todas las formas y tamaños. Aquí hay elefantes, jirafas, dragones o delfines que desafían a la clásica imagen de los árboles que tenemos en la mente. Un auténtico lugar para la fantasía donde también hay laberintos, exposiciones de cactus y plantas aromáticas que consiguen un entorno mágico capaz de hacer volar la imaginación de los niños y no tan niños.
Otra idea es acudir al PLOM Gallery, en pleno barrio de Gràcia de Barcelona, toda una galería de arte contemporáneo con la particularidad de estar orientada a los niños, la primera de España. A partir de la idea de que el arte es una herramienta que estimula la creatividad, la imaginación, la cultura del esfuerzo y la autoestima, PLOM Gallery posee un marcado componente pedagógico en todos sus espacios. Se trata de la iniciativa de Martha Zimmerman (madre e ilustradora) para inculcar a los más pequeños de la casa el amor por el arte, y los padres que lo deseen podrán convertir a sus hijos en pequeños coleccionistas, comprando las piezas que se entregan con un certificado de autenticidad a su nombre.