Calzado cómodo, agua y cámara de fotos. Es lo único que te va a hacer falta para disfrutar del sendero West Coast Trail de Vancouver.
Si te decimos que en Vancouver hay 75 kilómetros de costa virgen y deshabitada, seguramente te demos una alegría. Pero cuando además te contemos que estás invitado a recorrerlos a pie, te va a faltar tiempo para guardar en tu mochila varios pares de tus zapatillas favoritas y emprender el camino.
West Coast Trail, o lo que es lo mismo, sendero de la costa oeste, es el nombre que reciben los 75 kilómetros de costa entre las comunidades de Port Renfrew y Bamfield, en el suroeste de la costa de Vancouver. Y es que precisamente un sendero es casi la única infraestructura que vas a encontrar en el lugar, donde su principal valor es justamente ese: haber sido salvado del intrusismo de la civilización.
Piénsatelo dos veces, recorrer West Coast Trail no es precisamente un camino de rosas. Es importante gozar de una óptima salud y estar físicamente preparado antes de dar el salto, literalmente. Recuerda que estás en plena selva y el entorno que te acompañará en todo momento estará formado por troncos caídos, agua, barro, todo tipo de plantas, árboles gigantescos y un ambiente oscuro muy húmedo. Ya… has recorrido senderos con todos estos elementos y has vivido para contarlo, pero estamos convencidos de que esos caminos tenían algo tan elemental como es el suelo… pues bien, no es el caso del West Coast Trail. Donde debería estar el suelo, hay en su lugar raíces gigantescas de árboles que también lo son, o troncos caídos tan o más altos que tú. Quizás lo más parecido a una superficie que encuentres en todo el camino sea algún charco de barro, pero probablemente no querrás meter un pie allí. La culpa de los charcos la tiene el clima del lugar: a pesar de que las temperaturas son templadas, llueve constantemente, tanto, que algunos ya se refieren al Wet Coast Trail, sendero de la costa mojada. Aunque esto también tiene una ventaja y es que la población y el turismo se concentran en la parte este de la isla de Vancouver y la oeste permanece deshabitada y con las infraestructuras mínimas. Aunque eso sí, al menos las que hay tienen la misión de facilitar el recorrido por la selva, como por ejemplo, las pasarelas de madera que te ayudarán a cruzar el terreno en los tramos en los que se convierte en auténtico fango, pero estarán mojadas y resbaladizas.
Y mención aparte merecen las escaleras que te ayudarán a descender y ascender los rincones más profundos. Se convierten en un elemento tan temido como esperado por los senderistas, porque a veces obligan a enfrentarse a más de 200 escalones, como las de Cullite Creek, que equivale a un edificio de quince pisos. Pero no olvides que sin ellas, ciertas pendientes del recorrido hubieran sido totalmente inviables, ya que el primer derrumbe de tierra lo hubiera catapultado.
Las escaleras no son la única opción para superar las profundas gargantas y los grandes ríos. También hay puentes colgantes, al más puro estilo Tarzán, pero son muy seguros. En Logan Creek podrás vivir una curiosa experiencia: el puente está conectado con el primer tramo de escaleras que sube por la pared norte, así que si estás en el puente, notarás movimiento en él cuando alguien suba o baje por ese tramo de escalera.
No te creas que todo va a ser tan complicado. En algunos puntos del recorrido, podrás abandonar el sendero para caminar por la plataforma costera durante la marea baja. Esto es mucho más fácil que andar por el bosque, pero es muy importante que conozcas los horarios de las mareas y los puntos de acceso para regresar al camino, de lo contrario, podrías quedarte atrapado por la marea en un mal sitio.
Una de las particularidades del recorrido es que en este lugar todavía viven nativos americanos, así que a lo largo del West Coast Trail atravesarás varios terrenos que son reservas indias. Puedes pasar por allí pero no acampar. La mayoría son rincones de naturaleza pura, salvo un par de sitios donde hay casas. Uno de estos sitios está en la orilla sur de Nitinat Narrows, donde los nativos regentan un servicio de transporte fundamental para los senderistas a través del lago Nitinat, que únicamente se puede cruzar navegando. Allí encontrarás una pequeña barca que te permitirá el recorrido de un lugar a otro. ¡No todo iban a ser dificultades!
Escaleras, del verbo escalar
La inclinación de las escaleras es muy variada, pero las más inclinadas son completamente verticales. Necesitaras los pies y las manos para subir por ellas.
Un sendero con historia
Este trozo de costa se bautizó como “cementerio del pacífico” por los naufragios que sucedieron en él. Con el tiempo, los naufragios disminuyeron y el sendero fue abandonado en los 60. Poco después surgió la idea de un aprovechamiento recreativo del lugar.