Alojarse en un palacio en medio de un espectacular lago es una experiencia sólo apta para caprichosos. Pero en el fondo… ¿no lo somos todos?
Estamos en Udaipur, una ciudad localizada al oeste de la India, en el estado de Rajasthan, que destila romanticismo a raudales. Conocida como ‘La Venecia de Oriente’, la ciudad sorprende por el ambiente de sus calles y la belleza de sus templos y parques. Pero es el carisma de sus lagos artificiales el que le ha hecho merecedora del sobrenombre de ‘la ciudad de los lagos’. Sin duda, el lago Pichola destaca por encima de los demás como claro protagonista. En él reina majestuosamente uno de los símbolos de la ciudad: el hotel Taj Lake Palace.
Un simple vistazo desde lejos ya nos advierte que estamos ante uno de los hoteles de lujo más fascinantes del globo terráqueo. Fue construido inicialmente como residencia del maharajá Jagat Singh I para los meses más calurosos del año y en él se han rodado algunas escenas de la película de James Bond ‘Octopussy’. Se trata de un palacio flotante, en mitad del lago Pichola, construido en 1746 según el estilo de la aristocracia hindú del siglo XVI. Una isla artificial que deslumbra en mitad del lago. Nada más llegar, dos elefantes de mármol negro nos dan la bienvenida a sus instalaciones. Llaman la atención especialmente por su contraste con el tono blanco del mármol que domina en el resto del edifico. Es fácil darse cuenta enseguida de que a este hotel se le quedan cortas las cinco estrellas.
Posiblemente la elección más difícil de todas sea decidir el tipo de habitación donde queremos descansar, por no decir que cerrar los ojos resulta casi un pecado en un entorno como este. Cada una de las 66 habitaciones y 17 suites del hotel están diseñadas con un estilo diferente pero un exquisito buen gusto común: mosaicos, elegantes adornos, sedas opulentas, frescos de colores y muebles de madera tallados a mano como muestra de la artesanía india. Pero para dormir de verdad como un rey, la mejor opción a elegir es la gran suite presidencial, llamada Shambhu Prakash en honor al maharajá Shambhu Singh, conocido por sus medidas de bienestar en la década de 1860. En ella todo es a lo grande: los arcos ornamentales, las lámparas de araña y el mobiliario señorial. Pero lo que realmente impresiona lo encontramos al abrir una de las puertas de la habitación, ya que conduce directamente a una espectacular biblioteca, con una cuidada selección literaria. En este caso lo mejor será escoger una lectura ligera porque concentrarse en ella frente a las vistas panorámicas del lago Pichola parece casi imposible. En cualquier caso la comodidad y el lujo están aseguradas incluso si eliges la habitación más económica de todas. Además, siempre disfrutarás de las asombrosas vistas del lago y tendrás la opción de elegir entre 10 almohadas diferentes, un detalle que te hará sentir parte de la realeza. Otra de las grandes sorpresas del hotel es el barco spa que Taj Lake Palace pone a disposición de sus clientes, como una extensión del lujoso y completo Jiva Spa, en el hotel, con terapias indias y todo tipo de tratamientos dedicados a rejuvenecer el cuerpo y la mente.
Si tanto lujo te parece excesivo, puedes optar por cualquiera de las habitaciones normales. Aunque lo cierto es que ‘normal’ es una palabra que difícilmente puede aplicarse a estas estancias que cuentan con más de 90 metros cuadrados de refinamiento en un estilo que mezcla lo moderno con la artesanía tradicional india. Techos altísimos, suelos de mármol y todas las comodidades que puedas imaginar: ¿quieres que un mayordomo te acompañe al centro de Udaipur para disfrutar de una jornada de compras? Sólo tienes que pedirlo. Desde el hotel podrás disfrutar de excursiones organizadas en barco. También de otras menos habituales como excursiones en camello o en coches de época que te llevarán a conocer la ciudad de Udaipur.
Y si tras el paseo el ajetreo de la ciudad ha abierto tu apetito, no dudes en embarcarte en una increíble aventura gastronómica en uno de los cuatro restaurantes del hotel, todos ellos a cargo de chefs de reconocido nivel y liderados por el chef Manish Joshi. El Taj Lake Palace seduce los paladares de los comensales más exquisitos con los mejores platos de la gastronomía india en un ambiente sin igual. Aunque la decoración de los restaurantes hacen de la comida y de la cena una experiencia inolvidable, si lo prefieres puedes mover tu mesa a cualquiera de los mágicos lugares de alrededor, como el estanque de lirios, junto a la piscina o en la terraza para disfrutar de las vistas del mismísimo lago Pichola. Si todo esto no es lo suficientemente especial para ti no dudes en pedir a tu mayordomo que haga brillar el cielo con un castillo de fuegos artificiales para que te acompañe en tu cena. El destello de las luces en el agua del lago será un recuerdo inolvidable, tanto como toda la magia que rodea este particular palacio flotante.