Túnez es uno de los destinos más visitados del Mediterráneo desde hace décadas, pues combina tradición, patrimonio cultural, clima y, a su vez, precios muy accesibles.
En este post te vamos a hablar del patrimonio cultural de Túnez y, concretamente, de las ruinas de Dougga, una parada obligada cuando contrates tu viaje a Túnez.
El patrimonio cultural de Túnez
Túnez ha sido lugar de paso de varios pueblos. Cuna de la civilización cartaginesa (de origen fenicio), territorio romanizado, islamizado y, hasta los años 1960, colonia francesa. El contacto comercial y la coexistencia de varias culturas en el mismo territorio han hecho de Túnez un país abierto y tolerante, probablemente el más laico del mundo musulmán.
Además, podemos visitar varios yacimientos arqueológicos en nuestro viaje a Túnez, correspondientes a diferentes etapas históricas.
Ruinas cartaginesas
En el territorio de la actual Túnez se emplazaba la ciudad antigua de Cartago, fundada por fenicios originarios de la ciudad de Tiro en el siglo IX AC y que durante los siglos III y II AC rivalizó con Roma por el dominio del Mediterráneo. Podemos encontrar las ruinas de la antigua ciudad púnica en la colina de Birsa, al lado de donde se encuentra la ciudad nueva.

Otros vestigios de origen púnico que no podemos dejar de visitar son las ruinas de la ciudad de Kerkouane, en la península del Cabo Bon, que datan del siglo VI AC y que destacan por la información que nos dan de la organización interior de los hogares de una población dedicada en gran parte al comercio, la cantería y la orfebrería.
Los restos arqueológicos llamados tofet, que eran lugares de sacrificio ritual por incineración de infantes, se pueden visitar en las ruinas de Hadrumentum,
Ruinas romanas
Cartago fue la segunda ciudad del Imperio Romano en población, solo por detrás de la capital, y su población se acercaba al medio millón de habitantes. Esto explica que encontremos en Túnez varios vestigios de importancia de esa época.
En la población de Zaghouan, a menos de 60 kilómetros de la actual ciudad de Túnez, podemos visitar el legendario Templo de las Aguas, un edificio que destaca por estar encajado en la montaña en honor a las ninfas. Además, podemos visitar el acueducto que tenía como finalidad proveer de agua a las poblaciones de la zona.

Ahora bien, lo que en ningún caso podemos hacer es dejar de visitar las ruinas de Dougga, situadas en la gobernación de Béja. El principal atractivo del complejo es que integra varios edificios de distintas épocas, siendo Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
Época Medieval
Túnez fue islamizado durante el siglo VII DC y, desde entonces, es un país de religión musulmana.
La Medina de Susa, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988, fue construida durante el siglo IX DC y es un exponente claro de las primeras ciudades musulmanas, concebida como fortaleza dentro de la cual estaban los edificios de culto religioso, militares y el zoco como lugar de intercambio comercial.
Las ruinas de Dougga
Dougga estaba habitada probablemente desde la época megalítica, puesto que en los alrededores se pueden encontrar dólmenes. Al estar en un valle fértil, es presumible que hizo las funciones de centro de producción agrícola para las poblaciones cercanas.
Existen algunos restos de época púnica, como el templo dedicado a Baal Hammón, pero del que se conservan pocos restos.
Un lugar que no nos podemos perder si vamos a visitar las ruinas de Dougga es su mausoleo, y tiene un gran atractivo por ser uno de los pocos ejemplos de arquitectura real númida con influencia púnica, pues fue concebido como el lugar de sepultura de un jefe númida, Atban, en el siglo II AC.

El teatro romano tenía una capacidad de 3500 personas, siendo uno de los mejor conservados. Construido en la segunda mitad del siglo II DC, hoy aún se hacen representaciones y podemos sentarnos en sus gradas.
El capitolio romano es un edificio que data de la segunda mitad del siglo II DC y dedicado al culto a la tríada de dioses principales de la religión romana: Júpiter, Juno y Minerva. El frontón se conserva bastante bien, así como las columnas y la escalinata. A la izquierda, tenemos el foro, que era el lugar céntrico en lo referente a la vida social.
El templo de Juno, sucesor del dedicado a la diosa púnica Tanit, se erigió en el siglo III DC y conserva aún varias columnas en buen estado, así como parte de los muros.
Las termas de los Cíclopes, construidas en el siglo III DC, conservan aún parte de su estructura, destacando el buen estado de conservación de las letrinas, así como también de algún mosaico. Las termas de Caracalla, del mismo siglo, fueron construidas en honor a dicho emperador y mantienen parte de su estructura.
Viajar a Túnez
En primer lugar, hay que destacar que, además de todos los yacimientos arqueológicos, Túnez es un país que ofrece una infraestructura hotelera de calidad, puesto que ya tiene amplia experiencia en acoger turistas y ha hecho de esta una de las principales fuentes de ingresos de la población.
Los vuelos a Túnez son económicos, siempre y cuando se contraten con la debida antelación y, a ser posible, con una agencia de viajes que te pueda ofrecer todo el paquete, puesto que así, gracias a las economías de escala que se generan, te van a poder ofrecer mejores precios. En general, este es uno de los destinos del Mediterráneo que ofrece una mejor relación calidad precio.

Es importante destacar que Túnez es uno de los países más estables del mundo musulmán y seguros, por lo que podemos, siempre y cuando tomemos las precauciones elementales, pasear con tranquilidad por el centro de las principales ciudades del país.
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