¡Así se exprimen dos días en Burdeos!
Si te estás preguntando qué ver en Burdeos en dos días, has de saber que es tiempo más que suficiente para conocer la capital mundial del vino y saborear la ciudad francesa como se merece. Se trata de la novena ciudad con más población de Francia, y su Puerto de la Luna está incluido en la lista Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 2007. En tu escapada podrás visitar sus monumentos más importantes, probar sus galettes (crêpes autóctonas) y sus vinos o realizar un crucero por el río Garona.
1. La Place de la Bourse
Sin duda es la estampa más conocida de la ciudad, ya sea de día o de noche. La plaza de la Bolsa sirve de entrada al casco histórico y se sitúa entre la fachada monumental neoclásica de la ciudad y el amplio río Garona. Fue construida en el siglo XVIII, en la expansión de Burdeos más allá de sus murallas medievales. Una plaza de grandes dimensiones, con la Fuente de las Tres Gracias en el centro y la escultura Espejo de Agua, la más grande del mundo. Se trata de una fuente en la que se ven reflejados los monumentos. De día, podrás meterte en la ligera bruma que dejan los aspersores. De noche, la iluminación la convierte en una de las imágenes más bellas que recordarás de la ciudad.

2. Un paseo por las alturas: los miradores
En el interior del casco histórico, recorre sus callejuelas y disfruta de la vista de la ciudad desde algunos de sus monumentos con más altura. Podrás subir a la Torre Pey-Berland, el campanario de la Catedral de Saint-Andre, separado por unos cuantos metros de esta. Visita también la catedral, de entrada gratuita, y admira el Palacio de Rohan, frente a esta, aunque sin posibilidad de entrada turística, ya que se trata de la sede del ayuntamiento.
Para ver la ciudad desde otro punto, prueba con los miradores de dos de sus edificios más emblemáticos: la Grosse Cloche y la Porte Cailhau. Ambos son vestigios de la antigua ciudad amurallada medieval que era Burdeos, a la que se accedía por puertas como estas antes de su transformación.
Por último, otro mirador que no te dejará indiferente. Se trata de la Aguja, de nuevo un campanario separado unos cuantos metros de la iglesia de Saint Michel. Se encuentra muy cerca del Puente de Piedra, el más antiguo de la ciudad, que deberás atravesar para encontrarte con una imagen perfecta del skyline de Burdeos desde la otra orilla del Garona.
3. La Cité du Vin: Burdeos en tu paladar
Para terminar, no abandones la ciudad sin visitar uno de los museos más vanguardistas de Europa, la Ciudad del Vino. Es un museo, a orillas del Garona, con una arquitectura modernista que simula un decantador de vino. En su interior podrás degustar diferentes caldos bordeleses y aprender todo lo relacionado con la viticultura, gracias a su característica de museo interactivo. Un punto final perfecto. Ahora ya sabes qué ver si pasas un fin de semana en Burdeos.
