Puente de Bastei (Lohmen, Alemania) – La musa de los artistas
Como todos los puentes, está construido sobre un río, el Elba, pero también sobre las rocas del Parque Nacional de la Suiza Sajona (Nationalpark Sächsische Schweiz). Así de especial es este puente de 76 metros de largo que pronto se convirtió en el icono de la región. La roca arenisca sustituyó a la madera en 1851, cuando decidieron reconstruir el puente peatonal para hacerlo más resistente. Desde entonces, parece camuflarse entre las formaciones rocosas de Bastei dando lugar a una curiosa combinación de arquitectura humana y naturaleza. Para poder cruzar sus 194 metros de altura y disfrutar de las mejores vistas del río Elba y sus alrededores, puedes seguir el Camino de los Pintores. Se denominó así porque, en su día, este paisaje rocoso inspiró a artistas como Caspar David Friedrich.
Ponte Vecchio (Florencia, Italia) – Una joya de puente
Es el puente de piedra más antiguo de Europa. Su estructura data de 1345, pero lo más característico de esta construcción sobre el río Arno es que aún hay edificios encima. Esto crea una estampa de casas colgadas que añade romanticismo al lugar, y no porque le falte precisamente. Como ocurre en otras ciudades, el Ponte Vecchio es el elegido por las parejas para colocar un candado en señal de amor, aunque las autoridades los retiran cada cierto tiempo. Si quieren dar un paso más en su relación, en el mismo puente pueden comprar un anillo ya que la mayoría de las casas colgadas son lujosas joyerías. Esto refuerza nuestra teoría de que este puente es un auténtico diamante en bruto, y es que cuentan que ni Hitler se atrevió a destruirlo: se dice que dio orden expresa de salvarlo a pesar de que iban a dinamitar el resto de puentes de la ciudad.
Puente Nuevo (Ronda, Málaga) – El arte andaluz
Sigue nuestro consejo y contémplalo desde Plaza España o la calle de Ernest Hemingway porque la imagen de esta obra maestra de 98 metros es todavía más espectacular desde allí. Construido con piedra extraída del Tajo, el río sobre el que se encuentra, une la zona antigua de la ciudad con la moderna. Y lo hace con una solidez avalada por sus más de dos siglos de historia. José Martín de Aldehuela fue quien estuvo al frente de las obras que duraron 40 años y se completaron en mayo de 1793. Cuenta la leyenda que, una vez finalizada su mejor obra, el arquitecto se arrojó al Tajo, convencido de que nunca podría volver a hacer nada tan bello. La historia resultó no ser cierta, pero tiene una parte de verdad: el Puente Nuevo es irrepetible.
Pont du Gard (Languedoc-Roussillon, Francia) – El competidor en visitas de la Torre Eiffel
Imposible no acordarnos de Segovia cuando contemplamos este acueducto romano situado en la Provenza Francesa. Su altura no pasa desapercibida: 49 metros compuestos por tres niveles de arcadas. El reto: un desnivel de 12 metros en el terreno. Aún así, no hay duda de que los constructores hicieron un estupendo trabajo: lleva 2000 años en pie, sobreviviendo a problemas climatológicos y guerras. Fue nombrado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, pero el mundo llevaba siglos admirándolo: en el s. XVIII las autoridades ordenaron la construcción de un puente en el primer nivel para proteger la histórica obra y en el 1840 fue inscrito en la lista de la Comisión de Monumentos Históricos. Hoy es uno de los monumentos franceses más visitados junto a la Torre Eiffel y Notre Dâme.
Banpo Bridge (Seúl, Corea del Sur) – Lluvia de colores sobre el río Han
Sólo una letra diferencia las palabras puente y fuente, pero Banpo Bridge es las dos cosas. Por eso, también se le conoce como ‘Rainbow Fountain’ o ‘Moonlight Fountain’. Está compuesto por dos plataformas de vías de vehículos y ostenta el récord de ser la fuente artificial más grande del mundo construida sobre un puente con sus 1140 metros de longitud. Y si de día impresiona, de noche la escena mejora aún más: la fuente tira agua hacia el río por sus boquillas de colores, creando así un asombroso arcoíris artificial. Las doscientas luces se mueven al ritmo de la música durante los 20 minutos que dura el espectáculo. Se repite entre 5 y 8 veces al día, pero el horario varía por lo que conviene consultarlo en la web o en la oficina de turismo de Seúl.
Puente de Rialto (Venecia, Italia) – El mejor techo para las góndolas
Si los venecianos viven rodeados de agua, qué mejor que acortar las distancias de una manera tan romántica como esta. Es al arquitecto Antonio da Ponte a quien tenemos que agradecer la construcción del que probablemente sea el puente más fotografiado de la ciudad. Está compuesto por un pórtico central y dos rampas inclinadas, en las que hay una hilera de cubículos que se utilizan como locales comerciales. En el año 2013 comenzaron los trabajos de restauración del puente, el más antiguo de los cuatro que cruzan el Gran Canal de la ciudad. Nunca se había realizado una rehabilitación tan compleja en sus más de 400 años de vida lo que dice mucho de sus constructores originales, pues lleva en pie desde 1591. Utilizaron columnas de madera bajo el agua para sostenerlo.
Puente de Don Luis (Oporto, Portugal) – El lugar al que mirar y desde el que mirar
Téodophile Seyrig, uno de los ingenieros encargados de su construcción, no lo puede disimular: fue discípulo de Gustave Eiffel. No ha intentado mantener las diferencias con el emblema parisino, lo que tiene como resultado un enorme puente-mirador de 395 metros de largo donde destaca su gran arco de hierro, construido con toneladas de este material. Fue inaugurado en 1886 sustituyendo a una construcción anterior que también unía Oporto con Vila Nova de Gaia. Por sus dos pisos circulan peatones, trenes de metro y vehículos y, bajo él, pasan también los barcos que atraviesan el río Duero.