Bruselas es la capital de ese pequeño país al que llaman Bélgica. Sí, es pequeño, pero su importancia geopolítica nada tiene que ver con su tamaño. Es en Bruselas donde se encuentran las sedes más importantes de dos de los organismos más poderosos del mundo: la OTAN y la Unión Europea.
Guía rápida para una escapada a Bruselas
Gracias a ello y a la gran oleada de inmigración que ha recibido la ciudad en las últimas décadas, Bruselas se ha convertido en un mosaico cultural.

Todo en Bruselas es mezcla: desde edificios cincelados bajo las premisas del Art Nouveau hasta otros de su esplendorosa época medieval, cuando era sede de los señores de Flandes a las órdenes de Carlos I de España y V de Alemania; platos de gran elaboración con otros basados en simples patatas fritas y mejillones; carteles en francés, flamenco e inglés; y voces árabes, sajonas, latinas, inglesas, francesas, valonas, flamencas… Bruselas, con su Grand Place a la cabeza, es una explosión cultural como pocas otras podrás vivir en Europa.
¿Cómo llegar a Bruselas?
Salvo que te encuentres cerca de Bruselas y decidas ir en coche, lo más normal es que llegues a la capital belga en avión.
Para ello, puedes elegir entre dos aeropuertos: Zaventem y Charleroi.
El aeropuerto de Zaventem es el principal y el más cercano al centro. Se encuentra unos 13 km al noroeste de la ciudad y tiene buenas conexiones de transporte público usando una combinación de autobús y metro.

Al pequeño aeropuerto de Charleroi llegan gran parte de las aerolíneas de bajo coste. Se encuentra a 70 km al sur de Bruselas y podrás llegar al centro de la capital belga en autobús o tren. Lo bueno que tiene este aeropuerto es que también se encuentra relativamente cerca de Luxemburgo y París, por si quieres aprovechar para hacer un buen tour por la zona.
¿Cómo moverte por Bruselas?
Aunque Bruselas es una capital de las que no dan la sensación de ser enormes, lo cierto es que sus barrios y suburbios se expanden hasta llegar a ocupar zonas bien alejadas del centro.
Para moverte por Bruselas, tienes a tu disposición una buena red de transporte público, pudiendo elegir entre tranvía, metro y autobús.
Lo bueno es que el billete para los tres medios de transporte es único. El billete más común es el que te permite coger cualquier tipo de transporte durante una hora desde su validación. Se pueden comprar en grupos de 5 o 10.
También puedes adquirir la Brussels Card con la opción de transporte, la cual te dará una gran cantidad de descuentos en las principales atracciones turísticas y museos de la ciudad y, además, podrás usar el transporte público todas las veces que quieras. Puedes elegir entre tarjeta de 24 (24€), 48 (34€) y 72 (40€) horas de validez.

Para mí, la forma más sencilla y rápida de moverte por Bruselas es el metro. Hay 4 líneas y es realmente frecuente (un tren cada 3 minutos en las horas punta y uno cada 10 minutos a partir de las 8 de la tarde). Eso sí, recuerda validar tu billete antes de subir al vagón, ya que hay bastantes revisores y las multas por no hacerlo comienzan en 50€.
El autobús cubre más zonas, pero es menos frecuente. Un billete de una hora cuesta 2€.
El tranvía es algo intermedio, con solo dos líneas, pero mayor frecuencia que los autobuses.
¿Qué ver en Bruselas?
La plaza más emblemática de Bruselas, la Grand Place, parece ocultarse tímidamente a los ojos del viajero. Como una dama demasiado bella que no quiere llamar la atención por miedo a que su dignidad quede robada para siempre. Y es que la Gran Place aparece de repente, y sin avisar, mientras recorres estrechos callejones llenos de restaurantes turísticos que parecen no llevar a ningún lado. Pero sí, sí llevan.

La aproximación más espectacular a la Grand Place es por el callejón de Rue des Harengs. Una vez en ella, tu mirada se verá atrapada por la bella fachada del Ayuntamiento del siglo XV y las barrocas casas gremiales de finales del XVII, con sus estatuas y símbolos gremiales cubiertos en oro.
Todo el mundo pasea por la Grand Place, con la ingravidez típica de quien se ha encontrado un tesoro por casualidad y no acierta a dirigir sus pasos a ningún otro sitio. Muchos, sin embargo, ignoran que allí se ajusticiaron a condes y otros líderes protestantes en tiempos de la Inquisición.
Tras haberla disfrutado adecuadamente, sal de la plaza y dirígete a cualquiera de los muchos museos de interés que posee la capital belga.
Entre ellos destacaría el museo de la Casa de la Historia Europea, una muestra altamente interactiva que se encuentra alojada en un bello edifico del Parque Leopoldo. Conocerás las guerras que asolaron Europa, pero también uno de los mayores proyectos de paz del mundo y cosas tan curiosas con la invención del fútbol por los ingleses o la diversidad culinaria del Viejo Continente.
Si eres amante de la Historia, como un todo atemporal y casi inabarcable, no te pierdas el Museo del Cinquentenario (Museé du Cinquantenaire), situado en el bello parque del mismo nombre y que muestra colecciones de artefactos – encontrados tanto en Europa como en América – que van desde la Prehistoria hasta tiempos modernos.
En el Museé du Costume et de la Dentelle podrás aprender sobre el lucrativo negocio de los antiguos encajes hechos en Bruselas, mientras que si te gusta el arte moderno, tu mejor opción es el MIMA (situado junto al Canal de Bruselas), siendo el Museo Real de las Bellas Artes el mejor museo artístico de la ciudad.

Si viajas con niños, me quedaría con el Museo de las Ciencias Naturales, altamente interactivo y en el que podrás admirar esqueletos de iguánodos, unos dinosaurios de 10 metros que habitaban en esta zona.
El edificio del Old England es la máxima representación de Art Nouveau en Bruselas. Levantado en 1899, su fachada de hierro forjado y ventanas arqueadas esconde hoy el Museo de Instrumentos Musicales. En la terraza del edificio tienes, además, la cafetería con mejores vistas de Bruselas.
Como buena capital europea, también Bruselas cuenta con un gran número de iglesias, entre las que destaca la de Notre-Dame du Sablon, una impresionante muestra del gótico del XIV. Notre-Dame du Sablon tuvo un origen humilde, ya que era una pequeña capilla gremial que tuvo que ser ampliada debido a la horda de peregrinos que venían a comprobar los poderes curativos de una estatua de la Madonna que había sido robada por una pareja de Amberes y traída hasta Bruselas.
La Catedral de Bruselas y la Basílica del Sagrado Corazón, la mayor obra de Art-Decó jamás construida, son otros dos monumentos religiosos a tener en cuenta.

Pero basta ya de sobriedad… Diviértete en el Centro Belga del Cómic (no podía faltar algo así en la patria de Tintín) o en Train World, una moderna muestra de trenes de todas las épocas que divierte a públicos de todas las edades.
Palacios y jardines también proliferan en Bruselas. Entre los primeros destacan el de Justicia, el de la Bolsa y el Palacio Real (desde 1831, los reyes belgas no viven aquí sino en el Palacio de Laeken, en el norte de la ciudad). Entre los parques, no te pierdas el Bois de la Cambre, creado en el siglo XIX.
Y para el final dejo dos de los símbolos más famosos de Bruselas: el Manneken Pis y el Atomium.
El pequeño niño llamado Manneken Pis es una estatua a la que se hace referencia por primera vez en escritos del siglo XIV. Las leyendas que existen tras ella son de lo más variadas. Desde el niño héroe que salva a la ciudad orinando sobre la mecha de una bomba, hasta niños perdidos en el bosque. Un derroche de imaginación detrás de una figura de apenas 65 cm.

El Atomium es una de las obras cumbres de la Feria Mundial de 1958. Desde entonces se convirtió en el monumento más visitado de la ciudad.
¿Qué hacer en Bruselas?
Como ya he dejado en el punto anterior, visitar museos, iglesias, parques y monumentos es algo que no puedes dejar de hacer en Bruselas.
Sin embargo, hay muchas otras cosas que puedes hacer en la capital belga.
Bruselas es famosa por tres cosas: la cerveza, el chocolate y su variada gastronomía.
Realiza un tour del chocolate y recorre chocolaterías del centro, tan famosas como Godiva, Neuhaus y Leonidas. No dejes de probar los bombones de las tiendas que se hallan en las Galerías Reales Saint Hubert. Los escaparates de las confiterías belgas son un espectáculo en sí mismos. Auténticas esculturas hechas de chocolate captan los objetivos de las cámaras de unos curiosos cuyas comisuras de los labios aparecen manchadas de chocolate.

En cuanto al tour de la cerveza, casi lo puedes hacer por cualquier punto de Bruselas. La cerveza en Bélgica es algo así como una religión – tienen más de 1.100 marcas de cerveza registradas – e incluso se elaboraba en monasterios medievales. Tal es el caso de la cerveza trapense, típica de la zona. Sea cual sea tu ruta, no dejes de visitar el pub Delirium Tremens, inscrito en el libro Guinness de los records al ser el bar del mundo con mayor número de cervezas diferentes. Además, en él siempre podrás disfrutar de un ambiente internacional y alegre. Intenta visitar la ciudad cuando se celebra el Belgian Beer Weekend, a principios de septiembre.
En cuanto a la gastronomía belga, una forma divertida de disfrutarla es visitando los mercadillos y puestos gastronómicos que aparecen por la ciudad cada fin de semana. En particular, te recomiendo el que tiene lugar cada domingo en Place Flagey. Junto a un lago y jardines, aparecen puestos y camiones de comida que darán a probar todo tipo de comida belga a quien allí se encuentre. Ambientazo sin igual.

Para bajar toda esa comida, puedes realizar un tour en bicicleta por Bruselas. Los belgas, como los holandeses, son grandes amantes del ciclismo y la ciudad está más que preparada para que la explores de esta manera sana y divertida.
Escapadas desde Bruselas
Las dos escapadas más famosas que puedes hacer desde Bruselas son las que te llevarán a conocer dos de las más bellas ciudades de esta parte de Europa: Gante y Brujas.
Nada tienen que ver una con la otra.
Mientras Gante posee un halo inconfundible de poderosa ciudad medieval fortificada, Brujas parece haber salido de la imaginación de Christian Andersen, con sus casas bajas de colores asomándose a plazas y canales.

En Brujas encontrarás preciosas bombonerías y cafeterías, siempre esperando que en alguna esquina te asalte la bruja de la Casita de Chocolate, queriéndote engañar para que la sigas.
Sin embargo, nadie podía entrar en el inexpugnable castillo de Gante. En sus calles y canales era el sonido del acero el que campeaba. La estatua de Carlos I de España y V de Alemania se encuentra en un lugar algo alejado, casi oculto de la mirada de los turistas. Un lugar de poco privilegio para el que fuera el emperador más poderoso de su época.
¿Dónde dormir en Bruselas?
Según cuál sea el propósito de tu viaje, te convendrá elegir una zona u otra para alojarte.
- Centro de la ciudad: perfecto para las visitas, pero puede llegar a ser ruidoso para el descanso.

- Ixelles y Saint Gilles: situados al sur del centro de Bruselas, son dos distritos perfectos para alojarte si te interesan las compras. En la Avenida Louise tienes las tiendas de los más famosos diseñadores de moda.
- El Barrio Europeo: edificios de acero y cristal se levantan en esta zona de la ciudad. Es una zona residencial para los muchos trabajadores de los organismos oficiales de la Unión Europea. Buen lugar para alojarte si estás de viaje de trabajo.
- Saint-Josse-ten-Noode: esta zona está al noreste del centro de Bruselas y en ella encontrarás alojamiento más económico. Hay una gran comunidad turca y podrás comer desde kebabs hasta curries. Se encuentra al lado de la estación de tren de Bruselas Norte y tiene buenas conexiones con el aeropuerto de Zaventem.
¿Dónde comer en Bruselas?
Algunos de los mejores lugares donde comer o cenar en Bruselas son:
- La Maison du Cygne (2 Rue Charles Buls): se trata de una antigua casa de carniceros que da a la Grand Place. Sirven platos clásicos de la cocina francesa en un salón decorado al estilo elegante del siglo XIX.
- Belga Queen (2 Rue Fossé aux Loups 32): el diseñador de restaurantes Anotine Pinto realizó esta obra maestra en el interior de un antiguo banco. El menú es el típico de una Brasserie, centrándose en los mejores platos de la cocina belga.

- Aux Armes de Bruxelles (13 Rue des Bouchers): este enorme restaurante fue abierto en 1921. Especialista en platos belgas como los mejillones con patatas fritas y las croquetas de gambas.
- Le Mer du Nord (45 Rue Sainte-Catherine): érase una vez una pequeña pescadería que se convirtió primero en un puesto callejero y después en un restaurante. Se encuentra cerca de la Place Sainte-Catherine, reputado centro de pescado de la ciudad. Perfecto para pescados y mariscos.
¿Dónde salir de marcha en Bruselas?
Cuando sales de marcha en Bruselas, lo suyo es empezar con unas cuantas cervecitas y buena conversación en bares como el Delirium Tremens, Brussels Beer Project, En Stoemelings, A La Mort Subite o Poechenellekelder.

Si después buscas algo más de fiesta, Madame Moustache (con sus largas colas para entrar, interior kitsch, bebidas baratas y distinta música cada día de la semana), Lord Byron (sirven los mejores cócteles de Bruselas hasta las 4 am) y The Fuse (templo del techno y hip-hop en Bruselas) son tres grandes opciones.
Un post de David Escribano, Viajablog para Viajes Carrefour.
Sin duda siempre hay algo que aprender del tema, me gusta esta página porque siempre están actualizados con el contenido.