Cualquier medio de transporte es perfecto para perderse por Londres, la ciudad que aparece plasmada en el último best-seller sobre ruedas de la literatura mundial.
Un éxito sin precedentes, así podemos definir la novela de Paula Hawkins, quien todavía no lo ha digerido. No se trata de la primera novela de esta joven autora, pero sí de la primera que firma con su nombre real y no bajo seudónimo. Antes de ‘La chica del tren’, Paula escribía novelas románticas sin demasiado éxito, tenía problemas económicos y se planteaba dejar de escribir ficción.
Sin embargo, todo ha cambiado desde la publicación de su primera novela negra. Ha vendido más de cinco millones de ejemplares en seis meses, algo que no consiguió ni ‘El código da Vinci’, ‘Harry Potter’ o ‘Cincuenta sombras de Grey’. La autora ya prepara su próxima novela. Explorará más a fondo el thriller psicológico a través de la historia de dos hermanas que tras dos años separadas vuelven a verse.
Eso será en unos meses, de momento podemos disfrutar de ‘La chica del tren’. Una novela que ha ya sido recomendada por autores como Stephen King, a través de su cuenta de Twitter, y elogiada por las actrices Gywneth Paltrow y Reese Witherspoon. Este thriller psicológico viene pisando fuerte y a todo tren… y precisamente las ventanillas de este medio de transporte juegan un papel fundamental en la historia, que surgió a raíz de que la autora (usuaria habitual del tren para ir a trabajar) se preguntase qué sucedería si, en alguno de sus muchos trayectos, viese desde la ventanilla algo alarmante. Y es que al fin y al cabo cuando todos los días tienes la oportunidad de mirar desde tu tren las mismas casas, de alguna manera acabas sintiéndote parte de las vidas de sus habitantes, y si además descubres un misterio criminal, de ninguna manera puedes seguir como si nada… Pero nosotros no queremos desvelar más detalles de esta historia, cuyos derechos ya han sido comprados para llevar al cine (el papel de Rachel, la protagonista, será interpretado por la actriz Emily Blunt). Lo que sí que queremos es conocer Londres desde sus ojos.
Viajamos con Rachel (y sin spoilers)
Lo cierto es que la historia que ha atrapado a millones de lectores de todo el mundo (se ha llevado a 44 países) se desarrolla en un número muy reducido de localizaciones, lo cual ha hecho pensar que podría haber estado concebida para el teatro. Este número limitado de espacios, con una alta presencia del tren y de las estaciones crea un ritmo muy particular que define la novela.
El lugar más importante de la trama no es un destino en sí sino un trayecto, concretamente el que hay entre Ashbury (el lugar donde vive Rachel con su amiga Cathy) y la estación de Euston en Londres, ya que es el itinerario que hace cada mañana la protagonista para acudir a su trabajo. Esta estación está situada en la zona norte del centro de Londres, en el distrito de Camden, y se ha convertido en la primera estación ferroviaria del interior de la ciudad. Fue inaugurada en 1837, pero mucho ha cambiado desde entonces, ya que el aumento del tráfico ha dado pie a diferentes ampliaciones. Y si ya era visitada antes, a raíz de la novela estamos convencidos de que aumentará y mucho su popularidad.

Siguiendo con los escenarios de la historia, son dos los que más se mencionan en la novela: Regent’s Park y la biblioteca de Holborn, situada en Theobald’s Road. Respecto al primero, es de sobra conocido que supone un auténtico pulmón para los londinenses, que idolatran este lugar en el que además de dar un encantador paseo bajo el (escaso) sol, pueden practicar multitud de deportes, como hockey sobre hierba, tenis, o remo en el lago artificial de 9 hectáreas. Uno de los principales reclamos del parque es el zoo, aunque su teatro al aire libre también atrae a un gran número de visitantes. La biblioteca pública de Holborn ofrece, por su parte, una amplia colección de libros, CD’s y DVD’s, pero si lo que quieres es conocer la historia de la ciudad, acude al centro de estudios locales que está situado en el mismo edificio.
Blenheim Road es una calle fundamental en la trama, ya que en ella y cerca de la estación de Witney se encuentra el número 15. Aquí es donde vive Megan, la chica cuya vida imagina Rachel cuando mira la casa desde la ventana de su tren. Y unos números después, justamente en el 23, es donde vivió Rachel con su exmarido Tom, que permanece en la vivienda junto a su nueva familia (Anna y el bebé de ambos). También en la estación de Witney se encuentran otros dos lugares que aparecen en la historia: el pub The Rose, en Kingly Road, y la antigua galería de arte de Megan en Roseberry Avenue. La comisaría de policía de Witney juega un papel relevante, pero nosotros hemos prometido no dejar escapar ni un leve spoiler.